Investigación y Desarrollo

 
La lectura de los mensajes - Introducción al Análisis Semiótico de Mensajes
Introducción

Fin de siglo prodigioso y contradictorio.

Prodigioso por sus realizaciones y posibilidades científicas y tecnológicas y por las sorpresas que nos depara. Contradictorio porque se han producido y se producen múltiples desequilibrios, en el medio ambiente, en la vida social. Se vaticina el fin de las ideologías y crecen las guerras ideológicas. Nunca se ha estado mejor informado y sin embargo se vive con la sensación de no saber en qué mundo vivimos.

Con los prodigios y las contradicciones mucho tiene que ver la comunicación.

Cuanto más se agigantan las posibilidades tecnológicas de información y comunicación y una densa red de interacciones comunicativas mundializa la cultura, más se acelera la privatización de la vida cotidiana. La geografía de los espacios sociales en aparente apertura a todo se cierra y clausura con los riesgos consiguientes para una vida democrática.

Entender qué pasa con la cultura, pasa en gran medida por lo que ocurre en las comunicaciones. Y mucho de lo que en éstas pasa y con la cultura misma, tiene que ver con los mensajes que se producen, circulan y consumen. Con o sin tecnologías. Pero mucho más con ellas y sus mediaciones.

Existen diferentes puntos claves en los cuales este complejo fenómeno de la comunicación social puede ser abordado. Todos ellos legítimos, Pero consideramos que uno de ellos sigue siendo básico: el de los mensajes.

¿Por qué?

En la compleja dinámica de las relaciones sociales y de las instituciones, las propuestas de sentido que representan los mensajes de diferentes tipos e intenciones -no pues exclusivamente de los medios- son la materia de cooperación, de negociación, de interpretación entre los agentes sociales. Con ellos se configura la producción social del sentido y se construye gran parte de los imaginarios sociales.

Pero cuáles son las pautas, las formas, los contenidos de las propuestas de sentido. ¿Qué develan y qué ocultan? ¿Cómo se articulan con los saberes y los placeres? ¿Qué relación guardan con el entorno social y discursivo de un momento histórico dado? ¿Qué propósitos les subyacen? ¿Acaso la uniformidad es su sello distintivo?

El propósito de este libro es encaminar al lector hacia el descubrimiento de esos núcleos mediante el despliegue de una metodología semiótica para el análisis de mensajes que atiende principalmente a la construcción del sentido. No es por tanto un florilegio o antología de mensajes analizados.

Ha sido concebido como una posibilidad constructiva de lectura crítica del significado de los mensajes al proporcionar conceptos, instrumentos de análisis y criterios de interpretación semióticos y comunicativos aplicables a diferentes prácticas de la comunicación. De manera especial, a aquéllas que hoy por hoy forman parte más cercana de la cotidianidad. Por tanto, si las pautas de aplicación sobre los mensajes de los medios tienen un lugar destacado no se deja de observar sobre los de otros ámbitos, en particular el educativo.

En síntesis, no se trata de buscar aquí un saber listo y empaquetado para ser consumido, sino un saber que se construye y pautas múltiples para un saber hacer. Se hace eco así de la urgencia de educar creativa y productivamente en la lectura crítica de mensajes que deje de ser repetitivo de clisés y fórmulas hechas.

Los enfoques que se presentan e integran se fundan en conceptos teóricos y metodológicos de teorías de la comunicación, la semiótica y las teorías del Análisis del Discurso. Estas últimas, de las que provienen conceptos, instrumentos y técnicas para el análisis de mensajes, implican -implícita pero también explicítamente-, concepciones sobre la comunicación y la cultura, en común con las más actuales perspectivas en la materia.

Las técnicas derivadas de estas corrientes son de orden cualitativo y se aplican para describir e interpretar mensajes. De hecho, la descripción misma de los fenómenos de significación inscritos en los mensajes supone invariablemente poner en juego capacidades interpretativas. En razón de este factor, su aplicación en el análisis de los mensajes requiere poner en relación los mensajes con los procesos comunicativos en que tienen lugar y con la sociedad y la cultura. Constituye una razón de principio tanto teórica como metodológica, el que los mensajes se piensen siempre "situados".

Las pautas para la construcción del saber hacer del libro se encauzan en ese sentido, pero no pretende abarcar todo el saber instrumentado desde las teorías mencionadas con sus diferentes propuestas y modelos, como tampoco con las variadas y ricas discusiones teóricas a que han dado lugar. Si bien puede entenderse como una limitación creemos que la selección resultaba obligada. Sobre todo si se pretendía, como es el caso, dedicar una parte muy importante del tratamiento a la semiótica de la imagen en función de los lenguajes visuales y audiovisuales y sus usos sociales.

El contenido de La lectura de los mensajes está organizado y distribuido en doce capítulos y cada uno presenta al final sugerencias para la aplicación, excepto el último. Estos ejercicios, por llamarlos de algún modo, son las maneras que hemos sentido pertinentes para orientar puestas en práctica graduales que permitan al lector una participación activa en su propia construcción del saber hacer. Las sugerencias de aplicación se centran en lo que haya sido nuclear en el capítulo en cuestión pero tienen también la función de ir recuperando en un movimiento de espiral lo precedente en sus aspectos medulares.

Los dos primeros capítulos sitúan las prácticas de comunicación en diferentes escalas. El primero da particular énfasis a las interacciones comunicativas -puesto que todas revisten este carácter, aún las de los medios más "autoritarios"- y a los marcos sociales próximos que las determinan, para establecer por fin pautas que permiten diferenciar procesos de comunicación.

El segundo capítulo aborda con cierto detalle los niveles de producción, circulación y consumo de mensajes en necesaria vinculación con la formación social y discursiva -histórica y socialmente definida-, puesto que ésta es marco, contexto y substancia de los procesos de comunicación.

Estos dos capítulos conforman el soporte y punto de referencia obligado de todo el tratamiento posterior.

Los capítulos tercero, cuarto y quinto son los que sientan las bases conceptuales y técnicas del análisis semiótica de mensajes, y proporcionan parámetros para la aplicación de criterios interpretativos. Con El lenguaje y su estudio se reconocen los principales conceptos lingüísticos que fundamentan los enfoques semióticos para el estudio de los mensajes en su alcance comunicativo y social en diferentes niveles. El cuarto, Diversidad de códigos y lenguajes, proporciona información relativa a e

 
1 En el mismo orden: Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura; Organización de los Estados Americanos; Consejo Regional de Educación y Formación para América Latina; Centro de Desarrollo en Formación Tecnológica; Banco Interamericano de Desarrollo.
3 Este documento puede cambiar de nombre, pero nos referimos a los documentos rectores de la política educativa mexicana para cada sexenio.
5 La Tecnología Educativa, en su enfoque más actual, parte de la relación estrecha entre la ciencia y la tecnología, para proponer modelos y procedimientos que respondan a la complejidad de los procesos educativos y tomen en cuenta a los distintos agentes que participan en ellos: alumnos, docentes, currículo, para tratar de mejorar sus resultados. La acción de la tecnología educativa se dirige en particular hacia la atención de las áreas de la educación identificadas como problemáticas y se basa en la consideración de las interrelaciones que existen entre los elementos participantes. De ahí que su enfoque rebase la postura pedagógica vinculada a modelos como patrones de referencia y se encamine hacia los enfoques transdisciplinario y multidisciplinario para comprender y actuar, haciendo concurrir la teoría y la práctica. En Revista Tecnología y Comunicación Educativa. Un encuentro de los países de América Latina. Año 8, número 21, Marzo, 1993. México, ILCE, pp 3- 18
6 La investigación educativa tiene varios objetivos. El primero es aplicar el conocimiento educativo a problemas particulares; el segundo, incrementar el conocimiento; otro más, producir diversos materiales o recursos que puedan ser usados para facilitar procesos de aprendizaje (Romay, sf)
7 ILCE Dirección de Investigación y Comunicación Educativa, documento interno, spi. Febrero, 1999.
9 Consiste en el desarrollo de propuestas de acción basadas en disciplinas científicas referidas a las prácticas de enseñaza, que incorporando todos los medios a su alcance, responden a los fines que se pretende lograr, en los contextos sociohistóricos que le otorgan significación (Litwin, 1994)
11 Sarramona, (1988) y Gutiérrez, (1974).