Investigación y Desarrollo

 

Tecnología satelital para la enseñanza
Prólogo

Así explica Aristóteles el segundo de los cuatro argumentos de Zenón de Elea contra el movimiento y sobre la infinita divisibilidad del espacio: el que se refiere a Aquiles, el corredor más veloz, y la tortuga, el animal más lento.

Este argumento, que constituye una aporía o proposición sin salida lógica, nos recuerda la carrera, también paradójica, que se establece entre tecnología y educación.

La sociedad tiende a ver la tecnología como un proceso autónomo, independiente y cambiante, que con su aceleración permite logros identificados con el desarrollo o el progreso. Pero, ¿es la velocidad la causa de cambios que nos conducen a una mejor calidad de vida? ¿Es acaso el instrumento que nos permite saldar viejas deudas sociales?

Como el argumento de Aquiles y la tortuga, la relación tecnología-educación es paradójica. Ni una es tan veloz como aparenta, ni la otra tan parsimoniosa como para quedar al final de la carrera. No por ser tan veloces los cambios tecnológicos alcanzan a todos los seres humanos por igual, ni llegan primero a los grupos que más los necesitan. Tampoco sirven para solucionar los problemas sociales más apremiantes ni dan respuesta a necesidades vitales del hombre y de su calidad de vida.

Cuando inicié este trabajo, uno de sus objetivos fue reunir experiencias educativas en las que intervienen esos dos procesos sociales que parecen moverse a ritmos muy distintos: un Aquiles aparentemente veloz, la tecnología, y una tortuga supuestamente lenta, la educación. Sin embargo, en su desarrollo y en la reflexión en torno a los datos obtenidos, surgió una argumentación más fuerte. Me refiero a la relación dialéctica entre tecnología y educación, entendiendo la dialéctica como el arte del diálogo, donde se da una sucesión de momentos especulativos y en la cual se establece una especie de acuerdo en el desacuerdo, sin el cual el diálogo sería imposible.

La metodología de la acción-reflexión-acción, con su profundo carácter transformador de la realidad, me pareció adecuada para analizar la educación vía satélite. Acción en cuanto a la recopilación de datos dispersos, olvidados o ignorados, en el registro directo de experiencias que se están llevando a cabo; reflexión en torno a ellos, para regresar nuevamente a la acción con propuestas que modifiquen sustancialmente programas futuros. Este trabajo se queda en el segundo momento: el de la reflexión, porque regresar a la acción supondría participar en alguna experiencia de educación vía satélite en la que se vertieran los planteamientos que aquí formulo. Ojalá se dé esa oportunidad.

No estoy en desacuerdo con la tecnología; muy por el contrario, esta investigación no sólo es prueba de ello, sino una argumentación en su defensa. Estoy en desacuerdo con su uso irreflexivo, sin planeación, sin evaluación y sin propuestas sólidas que den respuesta a necesidades detectadas y sentidas en la sociedad en materia de educación.

La educación es construcción del conocimiento en un proceso en el que maestro y alumno participan activamente. La tecnología es sólo un auxiliar, un instrumento de apoyo para ese proceso. Estos fueron los conceptos que orientaron mis reflexiones.

En su primera parte esta investigación recopila datos, da pistas y señales de programas de educación vía satélite que se llevaron a cabo en Estados Unidos, Canadá, India, Indonesia, Brasil, Perú y México. seguramente habrán quedado muchos sin registrar, sin embargo, el esfuerzo consistió en conjuntar aquellos de los que se tiene referencia a través de bibliografía y hemerografía especializadas; y en el caso de México, a través de entrevistas a quienes están llevando a cabo las experiencias de educación vía satélite.

Los datos reunidos fueron disparejos mientras de algunos hay referencias precisas que incluyen evaluaciones y comentarios de especialistas, de otros sólo se sabe cómo comenzaron pero no cuándo acabaron o si están en vigencia. Esta falta de precisión informativa nos habla de la ausencia de seguimiento y evaluaciones de las experiencias desarrolladas y nos refiere también sobre la tendencia a la improvisación que aún subsiste en la educación con el empleo de medios de comunicación como instrumentos de apoyo.

La pérdida de memoria de lo ya experimentado ha llevado reiteradamente a repetir errores y olvidar aciertos. Registrar esas experiencias, evaluarlas, extraer conclusiones y comentarlas es; sin duda, un trabajo que debemos realizar para bien de la comunicación, de la educación y de la tecnología. Es por ello que en la segunda parte del trabajo buscamos sacar algunas conclusiones generales de las experiencias enumeradas, para llegar a un capítulo propositivo aunque no conclusivo. Las conclusiones sólo pueden darse al regresar a la realidad con la acción, buscando transformarla.

México se prepara para modernizar su educación. Las nuevas tecnologías de información y comunicación son, indudablemente, parte importante de esa modernización. Es por ello que ahora, más que nunca, aprender de experiencias anteriores es insoslayable, también lo es enriquecer permanentemente ese aprendizaje con la puesta en marcha de nuevos programas de educación vía satélite.

Otra vez la relación dialógica entre tecnología y educación estará en juego para lograr una verdadera comunicación educativa dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje. Siempre lo estará, porque la paradójica carrera entre Aquiles y la tortuga comienza una y otra vez.

Delia Crovi Druetta. 1998

 
1 En el mismo orden: Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura; Organización de los Estados Americanos; Consejo Regional de Educación y Formación para América Latina; Centro de Desarrollo en Formación Tecnológica; Banco Interamericano de Desarrollo.
2 Acuerdo de creación de la Dirección de Investigación en Comunicación Educativa, Diciembre de 1998.
3 Este documento puede cambiar de nombre, pero nos referimos a los documentos rectores de la política educativa mexicana para cada sexenio.
5 La Tecnología Educativa, en su enfoque más actual, parte de la relación estrecha entre la ciencia y la tecnología, para proponer modelos y procedimientos que respondan a la complejidad de los procesos educativos y tomen en cuenta a los distintos agentes que participan en ellos: alumnos, docentes, currículo, para tratar de mejorar sus resultados. La acción de la tecnología educativa se dirige en particular hacia la atención de las áreas de la educación identificadas como problemáticas y se basa en la consideración de las interrelaciones que existen entre los elementos participantes. De ahí que su enfoque rebase la postura pedagógica vinculada a modelos como patrones de referencia y se encamine hacia los enfoques transdisciplinario y multidisciplinario para comprender y actuar, haciendo concurrir la teoría y la práctica. En Revista Tecnología y Comunicación Educativa. Un encuentro de los países de América Latina. Año 8, número 21, Marzo, 1993. México, ILCE, pp 3- 18
6 La investigación educativa tiene varios objetivos. El primero es aplicar el conocimiento educativo a problemas particulares; el segundo, incrementar el conocimiento; otro más, producir diversos materiales o recursos que puedan ser usados para facilitar procesos de aprendizaje (Romay, sf)
7 ILCE Dirección de Investigación y Comunicación Educativa, documento interno, spi. Febrero, 1999.
8 Sarramona I López, Jaume. Presente y Futuro de la Tecnología Educativa. Ponencias. Seminario Internacional. Tecnología Educativa en el Contexto Latinoamericano. ILCE, México, marzo, 1994.
9 Consiste en el desarrollo de propuestas de acción basadas en disciplinas científicas referidas a las prácticas de enseñaza, que incorporando todos los medios a su alcance, responden a los fines que se pretende lograr, en los contextos sociohistóricos que le otorgan significación (Litwin, 1994)
10 En el ILCE, atendiendo a la recomendación de Daniel Prieto Castillo, se prefiere emplear el término perceptor cuando se alude a las personas que reciben y procesan el mensaje.