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Revista TyCE / TyCE 6

Espacio Educativo y Comunicación  ¿Lectura Crítica o Recepción Activa de los Mensajes Masivos?
La Experiencia Latinoamericana

Ma. Guadalupe Valdés B.

El vertiginoso crecimiento que algunos medios de "comunicación" masiva han tenido en la región latinoamericana, ha posibilitado que sus mensajes lleguen incluso hasta aquellos sectores de la población que no han podido aún ser atendidos por los servicios de educación de estos países. Así, los mensajes de la radio, la televisión o la prensa, han pasado a convertirse en la fuente casi exclusiva de información de muchos individuos, principalmente de grupos de analfabetos o con un bajo nivel de instrucción.

Este poder de penetración de los medios, que a primera vista parecería representar una posibilidad de apoyo para los servicios educativos, constituye en realidad uno de los retos más importantes de la acción educativa que se realiza en América Latina. Basados en patrones comunicacionales de información unidireccional; organizados mayoritariamente bajo regímenes mercantilistas que determinan el contenido y orientación de sus mensajes; sometidos a la dominación económica y cultural de los grupos nacionales y transnacionales que fungen como anunciantes, el uso de los medios de "comunicación" en Latinoam‚rica ha venido instaurando un panorama informativo y cultural frecuentemente alejado de los intereses, necesidades y valores de las poblaciones a las que se dirigen.

De aquí la importancia de los programas de lectura crítica y de recepción activa que diversas instituciones educativas han desarrollado en la región, ya que a través de ellos se pretende no sólo incidir sobre la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje, sino también sobre los modelos y las prácticas comunicativas de las sociedades donde estos programas se realizan.

Rebasando los objetivos de proyectos similares que buscan proporcionar a sus usuarios los elementos para decodificar y utilizar los lenguajes de los medios masivos, los programas latinoamericanos han comenzado a constituir una coyuntura para la participación de los grupos sociales en la orientación de las políticas nacionales de comunicación.

Además de los altos índices de analfabetismo y de deserción escolar que se registran en la mayor parte de estos países, sus sistemas educativos han tenido que afrontar diversos problemas, derivados de factores de índole social, económica y política. Entre los más relevantes se cuentan:

PROBLEMATICA EDUCATIVA Y SISTEMAS DE COMUNICACION EN AMERICA LATINA

Los países latinoamericanos presentan una gran diversidad de situaciones sociales, económicas y políticas. A pesar de ello, existen algunos puntos comunes en lo referente a sus problemáticas educativas y a la estructura y funcionamiento de sus sistemas de "comunicación" masiva.

a) la pluralidad étnica y cultural de sus poblaciones;

b) la dispersión geogr fica de las mismas;

c) la marginación económica y social de importantes sectores de la población;

d) la desvinculación existente entre las acciones ciudadanas y los centros de decisión política.

Aunados a estos factores, el explosivo crecimiento demográfico que América Latina ha registrado en las últimas décadas y los problemas financieros por los que atraviesan buena parte de las economías de la región, han ocasionado que, pese al notable incremento que han tenido los servicios educativos desde los años 60, éstos no hayan alcanzado aún a cubrir las necesidades de importantes sectores de sus poblaciones.

Contrariamente a lo que acontece en el ámbito educativo, los medios de "comunicación" masiva han encontrado en las características socio-económicas arriba mencionadas, el marco propicio para el desarrollo de sus funciones. Por una parte, el hecho de que la mayoría de los medios de la región hayan sido constituidos como empresas privadas y comerciales, mismo que los obliga a buscar incesantemente nuevos mercados para sus anunciantes, ha generado un sinnúmero de estrategias para poner al alcance de los diversos sectores socio-económicos los instrumentos materiales o los equipos de recepción que les permitan seguir sus mensajes.

El caso de la televisión ilustra significativamente este proceso de crecimiento. Durante los últimos veinte años, el número de estaciones transmisoras en América Latina se ha incrementado 4, 5 veces. Además receptores de televisión que en 1965, lo cual significa que América Latina concentra el 7,3 del total de aparatos de T.V. que existen en el mundo. Según datos del Anuario Estadístico publicador por UNESCO en 1985, hay aproximadamente un aparato receptor por cada 10 latinoamericanos, cifra cercana a la disponibilidad promedio de aparatos de T.V. que se registra a nivel mundial.(1)

(1) Datos citados por Valerio FUENZALIDA en una ponencia presentada en la Conferencia Internacional de Estudios de Televisión, celebrada en Londres, 10-12 de Julio 1986, p gs. 2-3.

Por otra parte, la ampliación de la cobertura de los medios, aunada a la marginación geogr fica, económica, política y cultural que viven algunos grupos sociales y el bajo nivel educativo de la población, han contribuido a hacer que los mensajes que dichos medios difunden se conviertan en fuente privilegiada de información y en modelo de valores y actitudes sociales. Aquí, de nuevo, la T.V. ocupa un lugar de excelencia.

Como se ha señalado, la constante ampliación de la cobertura de las estaciones televisoras y el abaratamiento progresivo de los equipos de transmisión y de recepción, han permitido que importantes sectores de población tengan acceso a sus mensajes. Esta facilidad de acceso a las emisiones de T.V. contrasta con las dificultades que sus públicos deben afrontar para acceder a otras fuentes de saber y de esparcimiento: libros, centros deportivos, películas, asociaciones civiles, etc.

Una segunda facilidad de acceso al medio televisivo está dada por el poco esfuerzo que, cuando menos en principio, implica la lectura de sus mensajes. Al igual que los mensajes radiofónicos, la lectura de los que aparecen en una pantalla de T.V., no presenta las dificultades que los medios impresos imponen a los sujetos analfabetos o con un bajo nivel de instrucción. En esta aparente facilidad de lectura radica buena parte de la popularidad de los mensajes televisivos. Sin embargo, el hecho de que esta lectura se efectúe más a nivel emotivo que cognoscitivo, no permite descifrar y hacer conscientes algunos de los discursos que estos mensajes llevan implícitos, tanto en su forma como en sus contenidos.

Las contradicciones que pueden existir entre las informaciones y los valores que un individuo adquiere por estos medios y aquellos que le proporcionan otras instancias de socialización (familia, escuela, etc.), no son entonces fácilmente perceptibles para el telespectador. Esto resulta aún más inquietante cuando los contenidos y formatos de los mensajes que se difunden en algún medio masivo como la televisión, han sido construidos bajo los códigos de un grupo cultural ajeno al que recibe estos mensajes.

Los medios de comunicación latinoamericanos han instaurado un panorama informativo y cultural frecuentemente alejado de los intereses, necesidades y valores de las poblaciones a las que se dirigen.

Según una investigación realizada en 1983, casi la mitad de los programas que componen las transmisiones de las televisoras de América Latina, son importadas. Dentro de éstas un alto porcentaje corresponde a emisiones producidas por Estados Unidos.(2)

(2) VARIS, Tapio: "Flujo internacional de Programas de T.V." en CHASQUI, no. 9, enero-marzo 1984, CIESPAL, Quito, p g. 5.

De aquí que los proyectos destinados a la educación para la recepción activa y la lectura crítica de los mensajes televisivos que se desarrollan en el ámbito latinoamericano, tengan una importancia mayor que la de aquellos instaurados en países con altos índices de escolaridad y donde algunas programaciones televisivas responden a los intereses y expectativas de los diversos grupos que componen sus poblaciones.

LOS PROYECTOS LATINOAMERICANOS DE EDUCACION Y TELEVISION

Como en el resto del mundo, el papel que tienen los medios en el proceso de socialización de los individuos, ha dado tema a innumerables investigaciones educativas en América Latina.

Estas han servido, a su vez, para instrumentar programas y actividades educativas en los que se ha buscado vincular las experiencias y contenidos escolares con las vivencias y mensajes de otras instancias socializadoras: familia, amigos, grupos religiosos o medios de comunicación, entre otros.

El alto número de horas que los individuos contempor neos dedican al consumo de emisiones de T.V., en relación con el que destinan a los mensajes de otros medios, ha otorgado a la televisión un lugar preponderante dentro de este tipo de proyectos educativos.

Tal como se señaló en artículos precedentes, la incorporación de la televisión a los sistemas educativos ha pasado por diferentes fases. De una primera etapa de educación con los medios (utilización de la T.V. como auxiliar de la enseñanza), se pasó a una educación a través de los medios (programas de enseñanza por radio y T.V.), hasta llegar a una educación en y para los medios (cursos de producción televisiva, prácticas de decodificación sem ntica de mensajes de televisión o de an lisis de los patrones de exposición y consumo, organización para la participación, etc.)

La facilidad de acceso a las emisiones de T. V. contrasta con las dificultades de sus públicos para acceder a otras fuentes de saber y esparcimiento.

En este último nivel se inscriben los proyectos educativos de lectura crítica y de recepción activa. Estos proyectos han sido instrumentados lo mismo dentro de programas de educación formal, que como proyectos de educación informal. Hasta hace algunos años, la mayoría de estos proyectos habían sido desarrollados por iniciativa de organizaciones religiosas que trabajan dentro del campo de la educación en América Latina. Actualmente, algunos organismos gubernamentales y otras asociaciones privadas de car cter laico han comenzado a desarrollar sus propios proyectos.

Herederos de la tradición dialógica y participativa iniciada desde los sesentas por los proyectos de Educación Popular y de la llamada Comunicación "Alternativa",(3) algunos de estos proyectos de lectura crítica y de recepción activa han servido para dar "carta de naturalización" a los elementos sociales, económicos, culturales y políticos que contextualizan e intervienen en todo proceso de comunicación. De aquí que en estos proyectos el aprendizaje se centre menos en la transferencia de los conceptos y mecanismos que intervienen en la producción y difusión del mensaje televisivo, para ubicarse más en el descubrimiento del proceso televisivo como fenómeno social y de las diferentes significaciones que consciente o inconscientemente cada grupo cultural atribuye a las informaciones y códigos de estos mensajes.

(3) Un interesante an lisis de las controversias surgidas en torno a este término, así como de los elementos que las experiencias de "comunicación alternativa" han aportado al campo de la comunicación, es el realizado por Fontcuberta y Gómez Mompart en su obra: Alternativas de Comunicación, Barcelona, Mitre 1983, 141 p.

Los métodos empleados en este tipo de proyectos son tanto inductivos como deductivos. En unos como en otros, los programas y actividades han sido estructurados a partir de las características socio-económicas, culturales, políticas e históricas de los grupos que participan en dichos proyectos. Otra constante en ellos es la utilización de técnicas grupales que posibilitan la participación simult nea de todos los usuarios.

Las poblaciones destinatarias de estos proyectos han comprendido desde profesores y alumnos de sistemas educativos escolarizados, hasta grupos de adultos pertenecientes a asociaciones sindicales o grupos minoritarios.

La incorporación de la televisión a los sistemas educativos ha pasado por diferentes fases: educación con los medios, a través de los medios, y en y para los medios.

En algunos casos, se ha buscado involucrar también la participación de los grupos de referencia de los usuarios del proyecto (familia o amigos de los alumnos de grupos escolarizados, por ejemplo), habida cuenta del importante papel mediador que éstos desempeñan en la formación de valores, opiniones y actividades de los individuos hacia los cuales va dirigido el proyecto.

Los Proyectos de Lectura Crítica

Este tipo de programas han sido orientados principalmente hacia el desarrollo de actividades de decodificación y de producción de mensajes masivos. La idea central de estos proyectos, es que la decodificación y utilización de los contenidos, formatos y elementos simbólicos que conforman a las emisiones de T.V. posibilita una toma de conciencia y un distanciamiento por parte de los perceptores, lo cual constituye el primer paso para el desarrollo de una recepción crítica.

Algunas de las experiencias desarrolladas en este sentido son:

  • el proyecto Aprender a Ver, del Colegio de Maisonnette (Santiago de Chile);
  • el Programa de Educación para la Televisión, de la Fundación Educacional Roberto Bellarmino (Chile);
  • el proyecto Educación del Escolar Telespectador Activo, de la Academia Superior de Ciencias Pedagógicas de Valparaíso (Chile);
  • los Talleres de Comunicación a Nivel Escolar, coordinados por la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Lima (Perú), entre otros.

Las críticas que se han hecho a este tipo de proyectos coinciden en señalar que el simple reconocimiento y utilización de las técnicas, lenguajes y símbolos con los que se estructuran los programas televisivos, no basta para desarrollar una recepción activa y consciente. El manejo de estos elementos, si bien puede permitir que los participantes elaboren mensajes de signo contrario (v. gr. emisiones que presenten contenidos de interés social), no garantiza el que en éstos no se reproduzcan los mismos formatos e ideologías de los mensajes de tipo comercial.

Por otra parte, el alto costo de los equipos de video en América Latina, aun de los equipos de uso casero, hace que en la práctica la producción de mensajes sólo pueda ser realizada por sectores muy reducidos de la población. Este car cter elitista de la práctica del video ha conducido a la utilización de materiales de bajo costo como base para las actividades de producción.

Tal es el caso del proyecto de Educación para la T.V., elaborado por el Centro de Indagación y Expresión Cultural y Artística (CENECA), de Chile, o de los materiales desarrollados por el Consejo Nacional de Población (CONAPO), de México. En el primero de ellos, la aproximación de los usuarios a la práctica televisiva se realiza de manera indirecta mediante la producción de mensajes gr ficos, escritos o de dramatización, que giran en torno a los programas de T.V. que están al aire.

La capacitación para la producción de mensajes se efectúa principalmente mediante actividades de elaboración de historietas, dramatizaciones de emisiones televisivas y r‚plica de los programas de audio. En este tipo de prácticas, la atención se centra fundamentalmente en el aprendizaje de los lenguajes y códigos que determinan la conformación de un mensaje masivo, más que en el del manejo de los equipos que permiten realizarlo.

La idea central de estos proyectos es que la decodificación y utilización de los contenidos, formatos y elementos simbólicos de las emisiones de T. V. constituyen el primer paso para el desarrollo de una recepción crítica.

El proyecto CENECA, sin embargo, introduce un nuevo elemento a la lectura crítica: la búsqueda de formas de organización que permitan a los usuarios participar en la orientación de la programación televisiva y de las funciones sociales que se asignen los medios. En este sentido, dicho proyecto se inscribe dentro de la segunda vertiente denominada recepción activa.

Los proyectos de recepción activa.

Dentro de este tipo de experiencias, el manejo de las informaciones relacionadas con la televisión y sus mensajes no es sino el punto de partida para el desarrollo de actividades que posibiliten el surgimiento de nuevas formas de participación en los procesos comunicacionales.

Aquí las actividades están basadas en una serie de trabajos grupales que pretenden por una parte, facilitar el aprendizaje de algunos procesos relacionados con la exposición y consumo de mensajes televisivos y, por otra, democratizar los procesos de comunicación y de educación.

Algunas de las experiencias desarrolladas en este sentido han prestado especial atención a la concientización de los usuarios respecto a los valores, contenidos y códigos que se manejan al interior de su grupo y su relación con aquéllos que utilizan en la semantización de los mensajes que reciben a través de la televisión. Entre las experiencias desarrolladas en este sentido, se cuentan:

  • el proyecto de Lectura Crítica de Comunicación, implementado por la Unión Cristiana Brasileña de Comunicación Social, (UCBC, Brasil);
  • los Talleres de Educación Popular, dirigidos por el Centro de Investigación Popular (CINEP), de Bogot (Colombia);
  • y el proyecto DEMAFFOCEB,(4) que desarrolla actualmente el Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE, México).

(4) Véase revista Tecnología y Comunicación Educativas Nos. 4 y 5.

Una de las principales críticas que se han formulado en torno a estos proyectos, es la referente a la falta de correspondencia entre la amplitud de los enfoques conceptuales y de las propuestas metodológicas utilizados en ellas, y el car cter limitado de su aplicación en la práctica.

En ocasiones, estas limitaciones se deben a la inserción de las actividades grupales dentro de prácticas sumamente estructuradas que impiden el desarrollo de verdaderas relaciones de comunicación horizontal y de formas dialógicas de comunicación. En otras, el car cter aislado de las experiencias al interior de estos países ha obstaculizado el surgimiento de una opinión pública que aglutine la expresión de los diferentes sectores sociales y, por ende, la participación de éstos en las políticas y sistemas de comunicación del país.

LOGROS Y PERSPECTIVAS

Las experiencias de lectura crítica y de recepción activa desarrolladas en América Latina demuestran la importancia que las prácticas comunicacionales dialógicas y participativas, -estructuradas a partir de los conocimientos y de las vivencias de quienes en ellas participen-, tienen en la optimización y democratización de los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Las actividades se basan en trabajos grupales que facilitan el aprendizaje de procesos relacionados con la exposición y consumo de mensajes televisivos, y que pretenden democratizar los procesos de comunicación y de educación.

En el ámbito de la educación formal, estas experiencias han servido para enriquecer las prácticas comunicacionales al interior del aula. Aunque pocos proyectos manifiestan explícitamente su intención de romper con los esquemas verticales de las pedagogías transmisoras y dirigistas, lo cierto es que los trabajos grupales desarrollados en ellas han servido para crear una red de relaciones de comunicación horizontal y dialógica al interior de la escuela. Si se considera la estrecha correspondencia que existe entre los modelos de comunicación y de educación, es de esperar que este tipo de prácticas grupales generen transformaciones sustanciales en los m‚todos pedagógicos de los sistemas educativos. Esto a condición de que las metodologías empleadas eviten el traspaso magisterial de la información y permitan a los usuarios efectuar su propio descubrimiento de aquello que se desea integre su aprendizaje.

Los trabajos realizados por la UCBC y por el CENECA han aportado elementos interesantes en este sentido, instrumentando programas de capacitación docente en los que se privilegian los m‚todos, más que los contenidos.

Los programas de capacitación que estos proyectos ofrecen a los futuros responsables de las actividades señaladas en ellos, insisten sobre la necesidad de sustituir la función de maestro por otras funciones que permitan el desempeño de los trabajos grupales: cohesión, estimulación y evaluación. De aquí que sus metodologías hagan una clara distinción entre los contenidos básicos que los participantes deben conocer antes de ejecutar la actividad y aquellos en los que deberán inferir de la misma actividad a fin de construir su propio saber.

En síntesis, la experiencia acumulada por los proyectos de América Latina indica la necesidad de desarrollar proyectos educativos de Educación para la Comunicación que busquen simult neamente la formación de lectores críticos y de receptores activos, cuyos logros están condicionados por la instauración simult nea de medidas sociales que posibiliten una real participación de los diferentes usuarios de medios y mensajes en la definición de las políticas nacionales de comunicación.

Libros

FONTCUBERTA, MAR DE Y GOMEZ MOMPART, J. L.: Alternativas en Comunicación. Crítica de Experiencias y Teorías. Barcelona: Edit. Mitre, 1983, 141 p.

FUENZALIDA, VALERIO (editor): Educación para la Comunicación Televisiva. - Chile: CENECA-UNESCO, 1986, 240 p.

GUEBRN, ROMAN; FADUL, ANA MA.; et. al: Cinco Ensayos sobre la Comunicación de Masas y el Poder Político: Lima, Perú: Facultad de Ciencias de la Comunicación, Universidad de Lima, Diciembre 1985, 84 p. (Cuadernos del CICOSUL No. 3).

Artículos

GOMEZ, PEDRO GILBERTO S.J.: "A América Latina está preocupada com a educao para televisao" en Tecnología educacional año 15, No. 68/69 (jan./abr.) (1986), pp. 33-42.

CHASQUI, Revista Latinoamericana de Comunicación: Lectura Crítica de Mensajes.- No. 15, Julio-Septiembre 1985, Quito, Ecuador: CIESPAL 100 p.

VARIS, TAPIO: "Flujo Internacional de Programas de Televisión"; en CHASQUI No. 9, Enero-Marzo 1984, Quito, Ecuador: CIESPAL pp. 10-16.

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2 La Red Satelital de Televisión Educativa EDUSAT. El papel de la investigación para su desarrollo efectuado en el año 1999, por la Dirección de Investigación y Contenidos Educativos (DICE) del Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE), organismo internacional con sede en México, D.F., para conocer por encargo de la Secretaría (Ministerio) de Educación Pública (SEP) de México, el impacto y alcance del Sistema Satelital EDUSAT con más de 16 canales televisivos dedicados a educación escolar en todos sus niveles de enseñanza (desde preescolar hasta posgrado), la formación continua, profesional y formación docente, así como la divulgación de la ciencia y tecnología, y difusión de la cultura y las artes, Ávila, P. (1999).
1

Al igual que en España, la programación educativa de la Televisión Española (TVE) inició su emisión de forma regular en junio de 1961, el uso educativo de la televisión se desarrolla entre los años 60 y 70 en casi todos los países del mundo bajo el impulso de la UNESCO, como organismo que instó e impulsó a sus estados miembros a aprovechar este medio de comunicación de masas para ofrecer igualdad de oportunidades en la educación para todas las personas. Se trataba asimismo de erradicar el analfabetismo, elevar la calidad de la formación y acceder a mejorar los niveles de conocimientos científicos, culturales y artísticos. Sevillano, M. (2000).

3

Desde los años 70 y en diversos países latinoamericanos, se desarrollan fundamentalmente experiencias que pretenden explorar la recepción televisiva y/o, al mismo tiempo, ver cómo afecta el consumo de televisión a la vida cotidiana de los telespectadores. Dos experiencias como las de Guillermo Orozco en México o de Valerio Fuenzalida y María Elena Hermosilla de CENECA en Chile, parten de procesos educativos integrales que fomentan la recepción activa de los telespectadores. Frente a los estudios convencionales, de carácter cuantitativo, se pretende la implicación del telespectador a través de la autoexploración de hábitos de consumo televisivo y la propuesta de diversas dinámicas de grupo muy relacionadas con el juego y la creatividad. El desarrollo de esta nueva metodología de investigación de audiencias llegó a promover la figura de los denominados educomunicadores, que son a la vez investigadores y dinamizadores de la recepción crítica y activa por parte de las audiencias. Véase: Orozco, G. (1996) y por otro lado veáse Fuenzalida, V. y Hermosilla, M. (1990), así como Fundación Honrad Adenauer, (1991).

4

La Televisión Educativa Iberoamericana. Evaluación de una experiencia. Martínez Sánchez, F. (1998). Este estudio revisó el funcionamiento e impacto del Programa de Cooperación de las Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y Gobierno creado en 1992 y enmarcado dentro de las acciones de su Asociación gestora, la ATEI (Asociación de Televisión Educativa Iberoamericana).

4

La Televisión Educativa Iberoamericana. Evaluación de una experiencia. Martínez Sánchez, F. (1998). Este estudio revisó el funcionamiento e impacto del Programa de Cooperación de las Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y Gobierno creado en 1992 y enmarcado dentro de las acciones de su Asociación gestora, la ATEI (Asociación de Televisión Educativa Iberoamericana).

5 Ibíd op. cit. 4.
6

¿Cuáles son las características, las peculiaridades de la televisión educativa? ¿Qué la hace tan diferente de otras modalidades de televisión? Habría que comenzar reconociendo que no existe una modalidad, un formato, o un género televisivo puro al que se le pueda colgar el rótulo de educativo salvo en la primitiva época de la televisión escolar. Sin embargo, está comprobado que ya sea una telenovela, un noticiero o un reality tan de moda durante los últimos años, pueden ser emitidos y usados con fines pedagógicos. Por eso quizá hay cierto tipo de televisión que por consenso suele llamarse cultural, educativa o escolar y sus características propias van más allá de estructuras o propuestas formales, ya que más bien se expresan en las audiencias a quien se dirigen. Informe Aproximaciones a la Televisión Educativa. Equipo de asesores pedagógicos de televisión educativa del Ministerio de Educación Nacional de Colombia. Bogotá, 2004.

7 Ibíd. op. cit. 8
8

No hay que olvidar que, desde su nacimiento, casi todas las experiencias de la televisión educativa que se han desarrollado en el mundo, han sido iniciativas públicas o sociales, a cargo de presupuestos gubernamentales y bajo la orientación y estructura institucional de los propios estados nacionales.

9

Cada uno de estos países, viviendo diferentes desarrollos y aplicaciones en la producción y utilización de la TV educativa, ha logrado un cierto desarrollo de sobra conocido en el campo de la cultura y la divulgación del conocimiento científico o artístico, dentro de la llamada educación informal. Pero también existe en estos países ejemplos muy relevantes de la utilización de la televisión como base de materiales didácticos o intruccionales que sirven tanto para el apoyo fundamental de la enseñanza formal, como sobre todo en la no formal y dentro de los distintos sistemas de educación abierta y a distancia. Es el caso de Telescola en Brasil, o la Telesencundaria y el Telebachillerato en México, donde se atiende a más de 700,000 alumnos al año en las distintas zonas rurales y urbanas más marginadas del país.

10

Se habla, más allá de los pasados conceptos teóricos de las industrias y mercancías culturales como objetos simbólicos y de producción o consumo masificado, de nuevos servicios agregados para la comercialización plena de las industrias de la información, pero sobre todo como los valiosos y estratégicos productos que serán necesarios para la actual y futura expansión de las industrias del conocimiento, pilares esenciales de los nuevos recursos económicos y formas sociales de la civilización posindustrial del siglo XXI.

12

Por ejemplo, en España, durante el año 2006, la inversión total de los anunciantes en medios publicitarios fue de 14.000 millones de Euros, de los que casi la mitad corresponden a la televisión, que registró un crecimiento del 7.8% respecto al año anterior. Es más, durante los últimos 15 años las horas de ocupación publicitaria en televisión se han multiplicado por diez. Sin embargo, también expertos en mercadotecnia manifiestan que la eficacia ha disminuido al menos un 40% durante ese mismo periodo. Periódico El País. Suplemento Negocios. 8 de abril de 2007.

14

Díaz Nosty, Bernardo. Repensar la comunicación. La huella es el mensaje. Medios de comunicación. El año de la televisión. Tendencias’06. Ed. Fundación Telefónica, Madrid, 2006.

15

Los francófonos tienden a hablar de audiencias como sinónimo de escucha… Para los anglosajones, es sinónimo de público… Y para el filósofo Gustavo Bueno es la “retina social”, ese órgano de la visión formado, tejido por millones de receptores distintos pero solidarios y copartícipes, que se agregan e interaccionan mutuamente… Pérez, J. (2002).

16

Ciertos medios de comunicación tienen más facilidad que otros para conocer el impacto, acceso o consumo de sus contenidos. Por ejemplo, en la prensa escrita se conoce más o menos el número aproximado de lectores a través del número de ejemplares impresos y vendidos. En Internet, por el número de ordenadores conectados en la red. En el cine por el número exacto de espectadores en taquilla. La televisión y la radio emplearon en sus inicios las cartas enviadas o las llamadas telefónicas de los espectadores y oyentes para hacerse una idea de la audiencia que cosechaban aunque estos métodos nunca fueron considerados como fiables por no representar a la audiencia total y porque sus conclusiones no podían, por tanto, extrapolarse.

19

Las televisiones públicas –la 2 de TVE y particularmente los segundos canales autonómicos– son el lugar preferente de ubicación de las emisiones educativas de la televisión, y con alrededor en 2006 de 1,000 horas anuales, pero muy por debajo de las 7,000 de informativos y cerca de 4,500 de magazines y series extranjeras respectivamente. De hecho, la 2 de TVE acumula aproximadamente un tercio de la oferta de televisión educativa de España, aportando entre 300 y 400 horas anuales. Ibíd. op. cit. 19

Guadalupe Valdés B.

Subdirectora de Investigación del ILCE.