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Revista TyCE / TyCE 3 

 

LA TELEVISION  EN  AMERICA  LATINA(*):  Patrones  actuales  de flujos en América Latina, y cómo funciona este proceso
       

Livia Antola - Everett M. Rogers

(*)  Tomado   de   CHASQUI,  Revista   Latinoamericana   de Comunicación/CIESPAL No.  9  (Enero-Marzo de  1984)  Quito, Ecuador, pp. 10-16.

Dirección: Institute for Communication Research Stanford University California 94305, U S.A.

El  ensayo  tiene  como  objetivo  determinar  los   patrones actuales de flujos de programas de televisión en las Américas y comprender mejor cómo funciona en realidad este proceso.

El  presente  estudio  tiene  como  finalidad  determinar  el proceso de  flujos  de  programas  de  televisión  entre  las naciones  latinoamericanas   y   los   Estados   Unidos.   La trascendental  investigación  realizada  por  Nordenstreng  y Varis ( 1974, p. 19) sobre este importante tema constató  que un promedio  de 52  por  ciento de  los  programas de  TV  en América Latina  eran importados,  en  su mayoría  de  Estados Unidos. Como estos datos corresponden al año 1972, se han ido produciendo grandes cambios en los sistemas  latinoamericanos de televisión a medida que  éstos han madurado, a medida  que la tecnología  de  la  producción y  distribución  de  TV  ha cambiado, y  a  medida  que  naciones  como  México,  Brasil, Argentina  y  Venezuela  se  han  convertido  en  importantes productores y  exportadores  de televisión  a  otros  países, incluyendo los Estados Unidos.

Aunque la investigación realizada por Nordenstreng/Varis  fue trascendental  por   haber  determinado   la  proporción   de programas de televisión  importados y  domésticos en  América Latina (y en  cualquier parte), su  m‚todo de recolección  de datos no les permitió  estudiar el proceso  de los flujos  de programas de televisión, ni la  manera en que los  ejecutivos de  TV  decidían  cuáles   programas  producir,  exportar   e importar. Katz y Wedell (1977) aportaron a la comprensión del proceso de flujos de TV en Brasil y Perú haciendo estudios de casos. Identificaron "un sentido  de propósito" en estas  dos naciones latinoamericanas que se manifestaba en las políticas de comunicación que tenían como  objetivo la promoción de  la producción local. En la época en que estaban acumulando datos -años  1973-1974-,  Brasil  importó  57  por  ciento  de  sus programas de televisión y Perú importó 60 por ciento (Katz  y Wedell, 1977, p. 156).

LA INVESTIGACION ACTUAL

A raíz de  estas dos  primeras investigaciones,  el tema  del "libre flujo de información" / "el nuevo orden  internacional de la información"  se ha convertido  en un  punto de  amplio interés y de  debate político. En  nuestra investigación  nos propusimos 1) determinar los  patrones actuales de flujos  de programas de televisión en las Américas y 2) comprender mejor cómo   funciona   en   realidad   este   proceso.   Visitamos personalmente México, Perú, Argentina,  Brasil y Venezuela  a mediados de  1982  con los  siguientes  propósitos:  sostener entrevistas   con   unos   65   ejecutivos   de   televisión, productores,   actores,    distribuidores,   directores    de departamentos de doblaje y  especialistas en comunicación,  y  obtener datos  cuantitativos  sobre  la importaciones-exportaciones de TV y  los niveles de  sintonía de televisión. El hecho de habernos concentrado en las  cinco naciones  productoras más  importantes  de  América   Latina significa necesariamente  que  investigamos la  producción  y exportación de series de  televisión de manera más  minuciosa que las  decisiones para  importar programas  de  televisión.

Nuestros limitados recursos  sólo nos permitieron  investigar las  decisiones   de   importación  en   los   cinco   países Latinoamericanos incluidos  en el  estudio. Sin  embargo,  la comprensión del proceso de los  flujos de TV en las  Américas que aquí proporcionamos,  es más profunda  y actualizada  que cualquier otra que  se haya presentado  hasta ahora.  Nuestra recolección de datos se  vio facilitada por  el hecho de  que uno de los actuales  investigadores (Antola) había  trabajado anteriormente en la televisión  peruana, por lo que,  conocía personalmente a funcionarios de la industria de la televisión en  varias  naciones  latinoamericanas.  Afortunadamente,  el sistema  de  televisión   de  América  Latina   es  una   red relativamente estrecha, y una  vez que los investigadores  de comunicación  son  aceptados  en  una  nación,  la   relación personal entre los ejecutivos  de la televisión contribuye  a su aceptación en otras naciones. La presente investigación se centra en cuatro preguntas-guías:

1.  ¿Cómo ha cambiado la dirección en los flujos de programas de televisión en los últimos diez años?

2.  ¿Cómo  fluyen los programas  de televisión desde  Estados Unidos hacia América Latina?

3.  ¿Cómo  fluyen los programas  de TV  desde América  Latina hacia Estados Unidos?

4.  ¿Cuáles son las direcciones de los flujos de TV dentro de América Latina?

¿COMO HA CAMBIADO LA DIRECCION  EN LOS FLUJOS DE  PROGRAMAs DE TV EN LOS ULTIMOS DIEZ AÑOS?

Nordenstreng y  Varis (1974)  constataron que  la  televisión latinoamericana  estaba  dominada  por  los  Estados  Unidos. Varias naciones importaban desde un 10 hasta un 84 por ciento de sus programaciones totales de televisión. Alrededor de  un 80 por  ciento  de  las importaciones  provenían  de  Estados Unidos, correspondiendo el  20 por ciento  restante a  Europa Occidental y a  otros países latinoamericanos,  especialmente México y Argentina.

En  1972,  la   programación  de   televisión  se   orientaba principalmente hacia el entretenimiento. Una tercera parte de esta  programación   consistía   en  seriales   y   películas importadas, en su mayoría de  Estados Unidos. Nueve años más tarde, encontramos en América Latina una tendencia a producir más y a importar menos. Brasil bajó las importaciones de  sus programas de  televisión de  un 60  por ciento  a un  39  por ciento; Venezuela disminuyó sus programas importados de un 50 por ciento a  un 33 por  ciento; y  Chile bajó de  un 56  por ciento a un  44 por ciento  (Figura 1).  Sin embargo, Perú  y Argentina mostraron una  tendencia opuesta,  por razones  que explicaremos posteriormente  en este  artículo. En  conjunto, las seis naciones  que figuran en  el gráfico 1 bajaron  sus importaciones de TV en un 29 por ciento durante esta década.

Estados Unidos  sigue siendo  el mayor  exportador hacia  los países latinoamericanos;  sin embargo,  algunos espacios  que una vez  fueron  ocupados por  series  norteamericanas  están siendo   ahora   llenados   por   telenovelas   y    comedias latinoamericanas. Los dibujos animados norteamericanos, en un tiempo una  de  las  importaciones más  fuertes  en  América Latina,  están siendo  reemplazados  en  la  actualidad  por dibujos animados japoneses. México  produce un 17 por  ciento del total de programas importados en Chile y Perú, e  incluso en naciones productoras de TV tan importantes como  Argentina y   Brasil,   las   importaciones   mexicanas    representan, respectivamente, 3  por cieno  y 8  por ciento  del total  de horas de programación de TV.

Insistimos   en   el   hecho   de   que   los   datos   sobre importaciones/exportaciones que se presentan en este artículo corresponden solamente a  las seis naciones  latinoamericanas estudiadas en  1982. Otros  países más pequeños  de  América Latina  son   todavía  grandes   importadores  de   programas televisivos extranjeros; ciertas naciones importan casi  toda su programación  diaria,  a  excepción de  las  noticias.  La mayoría de  las importaciones  provienen de  Estados  Unidos, México, Brasil, y, en menor escala, de Venezuela, Argentina y Puerto Rico.

Las  telenovelas  constituyen   el  mayor   renglón  en   las exportaciones latinoamericanas de TV, representando el 70 por ciento del  total de  las  exportaciones de  México,  Brasil, Venezuela y Argentina; 18 por  ciento son shows cómicos y  12 por  ciento   son  musicales,   películas  y   programas   de variedades.  Los  programas  de  entretenimiento  en  América Latina, aunque  originalmente conservaron  el patrón  de  los programas de televisión norteamericanos, se han alejado tanto de este modelo inicial que se han convertido en un género con derecho  propio.  Un  ejemplo  de  ello  son  los  "shows  de auditorio" locales  (shows de  variedades dirigidos  por  una celebridad local). Los  shows cómicos y  las telenovelas  son producidos localmente  o  bien  importados  de  otros  países latinoamericanos. Las películas, las series dramáticas y  los programas infantiles  representan  un  38 por  ciento  de  la programación  de  TV;  la  mayoría  de  estos  programas  son importados principalmente de Estados Unidos.

CONSIDERACIONES A  PARTIR  DE LOS  RATINGS  DE  TELEVISION: "HORAS DE SINTONIA"

En  su  influyente  estudio,  Nordenstreng  y  Varis   (1974) pusieron índices para las importaciones versus producción  de TV nacional así como al  número de horas de programas de  TV. Una medida más exacta tomaría también en cuenta no  solamente las horas de programación que se transmiten, sino también  el nivel  de  sintonía  para  cada  programa.   Afortunadamente, pudimos obtener  ratings de  sintonía de  la mayoría  de  los sistemas   de   TV   que   estudiamos   en   cinco   naciones latinoamericanas.

Uno  puede  imaginar  un   programa  nacional  de  una   hora transmitido en las horas de  mayor sintonía con un rating  de 30. Otro programa  importado transmitido a  media noche  sólo alcanza un rating de  sintonía de 2.  Si uno sólo cuenta  las horas de  programa como  medida  para la  importación  versus producción   nacional   interna,   ambos   programas   serían equivalentes. Si uno también considera el nivel de  sintonía, el programa nacional representa 15 veces más televidentes que el programa importado(1).

Incorporamos ratings  de sintonía  para medir  los  programas importados versus los de la televisión nacional para  obtener una medida  de  "horas-audiencia".  El  resultado  ofrece  un cuadro  diferente  de   programación  extranjera   importada, particularmente en  México (Tabla  1). Aunque  los  programas americanos representan un 50 por ciento del total de horas de transmisión en los  cuatro canales operados  por Televisa  de México, estos programas importados sólo representan un 33 por ciento de  las  "horas-audiencia" de  sintonía.  En  nuestras otras  cuatro  naciones   latinoamericanas  estudiadas,   las diferencias  entre  horas-programas  y  horas-audiencia  como medida son  menores.  México  es un  caso  especial  en  otro sentido dos de los cuatro canales de Televisa (5 y 8)  tienen una proporción muy alta de programas norteamericanos (98 y 95 por ciento),  mientras que  los  otros dos  canales (2  y  4) tienen principalmente producciones mexicanas (alrededor de un 98  por  ciento)  (Tabla  1).  Las  noticias,  telenovelas  y comedias, sobre  todo  las  del  Canal  2  de  Televisa,  son exportadas a las  audiencias norteamericanas a  través de  la Red Internacional  Hispana  (SIN)(2). Las  estaciones  de  TV latinoamericanas estudiadas indicaron  una tendencia  general hacia  las  preferencias  de  sus  telespectadores  por:   1) programas producidos localmente;  2) programas importados  de otros países latinoamericanos, y 3) finalmente, por programas importados  de  Estados   Unidos.  En   las  cinco   naciones latinoamericanas estudiadas, la mayoría de los diez  primeros programas de TV  de mayor  sintonía durante  una semana,  son producidos localmente. Sólo  4 de los  50 programas de  mayor sintonía son importados de  Estados Unidos; ninguno de  estos sobrepasa el séptimo puesto entre los diez primeros.

        Tabla 1.- Horas-Audiencia de Sintonía de T.V. en cuatro Naciones Latinoamericanas.*

      HORAS DE SINTONIA DE TV

PAIS                 

Importados

Estados Unidos

Latino Americano

Otros

Importados        

Totales

1. Argentina

4 canales       

28%

9%

0

 

 

 

63%

100%

2. Brasil

TV Globo

Bandeirantes

TVS-Silvio Santos

              

19%

2%

1%

20%

0

0

45%

0

0

20%

10%

0

78%

80%

55%

70%

100%

100%

100%

100%

3. México 

Canal 2

Canal 4

Canal 5

Canal 8

33%

1%

0

0

2%

 

0

0

0

98%

0

0

95%

 0

 0

66%

98%

100%

2%

5%

100%

100%

100%

100%

 

4. Perú**

2 canales       

33%

25%

8

 

 

 

34%

100%

* Venezuela y Chile no  están incluidos en esta tabla  porque no pudimos  obtener datos  completos sobre  sus ratings  para programas de TV importados versus programas de TV nacionales.

** La  información aquí  presentada está  basada en  los  159 programas que  alcanzaron ratings  de sintonía más  elevados entre unos 300 programas en total transmitidos semanalmente.

LLEGAR A MAYORES AUDIENCIAS PARA LOGRAR MAYORES GANANCIAS

La fuerza motora primaria de los cambios en los flujos de  la televisión latinoamericana es  la búsqueda  de ganancias  por los canales comerciales de  TV. Tales ganancias provienen  de la captación  de audiencias más amplias,  tanto dentro  como fuera del  país. Así,  Brasil  ha promovido  exportaciones  a Portugal, España e  Italia, mientras  la televisión  mexicana vende  a  Italia  y  Estados   Unidos.  Un  gran  número   de consumidores domésticos pobres  pueden también  sumarse a  un mercado rentable.  En  las  últimas  décadas,  el  número  de receptores de  TV ha  aumentado  en alrededor  de un  40  por ciento en América Latina, y  la población hispana en  Estados Unidos  representa   hoy  aproximadamente   22  millones   de personas, haciendo  de Estados  Unidos  la quinta  nación  de habla hispana en el mundo.

En 1977, las ganancias netas de éxitos arrasadores tales como los 500 episodios de la telenovela Simplemente María llegaron a  20  millones  de  dólares.  Según  los  procedimientos  de contabilidad de la mayoría de los sistemas de televisión, los costos  de  producción  y  distribución  de  una  serie   son cubiertos  por  las  entradas  registradas  en  el  país   de producción; cualquier exportación significa ganancias extras. Aunque  los  programas  norteamericanos  vendidos  a  América Latina quizás representen  tan sólo un  5 por  ciento de  sus ventas totales,  tal  exportación  es  muy  valiosa  por  ser considerada  pura  ganancia.  Este  sistema  de  contabilidad explica en parte por qué los sistemas de televisión  nacional en América  Latina tratan  desesperadamente de  exportar  sus series de programas a otras naciones. Tanto en el flujo desde los Estados  Unidos  hacia  América Latina,  como  en  el  de América Latina hacia Estados Unidos, México juega el papel de recepcionista.  Comentaba  un   funcionario  de   televisión: "México es la cintura en el  reloj de arena de los flujos  de programas de televisión  entre los Estados  Unidos y  América Latina".

¿COMO FLUYEN LOS PROGRAMAS DE TV DESDE ESTADOS UNIDOS HACIA AMERICA LATINA?

Cada año en  Los Angeles, durante  dos semanas  en mayo,  los productores  de  televisión   norteamericanos  celebran   una importante sesión de  proyección privada.  En ella  presentan los programas piloto que habrán  de salir al aire en  Estados Unidos en  el  próximo  otoño. Ejecutivos  de  televisión  de América Latina asisten a esta  sesión para ver los  programas piloto y decidir  si comprar o  no una  determinada serie  de televisión   (Figura   2).   Los   programas   son   vendidos individualmente o en  "paquetes", (por  ejemplo, un  programa popular y  solicitado  como  Dinastía puede  venderse  en  un paquete junto con un reestreno de 1968 de Yo quiero a Lucy).

EL PAPEL CRUCIAL  DEL DOBLAJE AL  ESPAÑOL EN  LA CIUDAD  DE MEXICO

Cuando un cierto  número de redes  de televisión ha  decidido comprar  determinadas  series  de  programas,  el   productor norteamericano puede decidir si  los vende o no,  dependiendo si las compras incluyen el  costo del doblaje. Este costo  es por lo general de 2.500 a 3.000 dólares la hora. Si sólo  una nación pequeña quiere  comprar la serie,  el productor no  la vender , ya que no obtendría el costo del doblaje al español. Pero si  una  de  las grandes  redes  latinoamericanas  (como Televisa de México)  compra el programa,  éste ser   doblado. Por lo tanto,  los más grandes  sistemas de  TV tienen  mayor influencia sobre  los  programas  que  son  exportados  desde Estados Unidos a América Latina.

Por lo general,  los distribuidores  de programas  americanos venden los derechos de sus series de programas a Televisa  de México por aproximadamente el costo del doblaje de las series al español. Por lo tanto, las series norteamericanas de TV (y las provenientes  de otros  países)  no son  transmitidas  en otras naciones  latinoamericanas  hasta  que  México  no  las compra. Debido a su poder económico (dada la dimensión de  su mercado) y su estratégica posición geográfica, México es  el ujier de los flujos de televisión desde Estados Unidos  hacia América Latina.(3)  México ha  tenido esta  posición  crucial desde finales de los años  50 cuando se suspendió el  doblaje en Cuba. México  tenia la  capacidad para  la realización  de doblajes  y  la  infraestructura   necesaria  gracias  a   su industria cinematográfica. Se ha tratado de hacer doblajes en Puerto Rico, Venezuela y Colombia, pero con poco éxito en  la competencia con México.  Una de las  razones de  esto es  que México no  compra: series  de televisión  a menos  que  están dobladas en México, ya que los funcionarios de la  televisión mexicana  afirman  que  su  audiencia  no  ve  programas   de televisión transmitidos  en  un  acento español  que  no  sea mexicano. Los  estudios de  doblaje en  la ciudad  de  México tratan de  utilizar  un  acento  español  neutro,  con  pocas características   regionales   o   expresiones    idiomáticas identificables.

En los  últimos 25  años, los  televidentes  latinoamericanos hispano-hablantes se han acostumbrado a este acento "neutral" mexicano. Sin embargo, en los últimos dos años se han abierto estudios  de  doblaje  en  la  ciudad  de  Los  Angeles,  que obviamente tiene una posición  ventajosa al ser el  principal centro productor  de  series de  televisión  norteamericanas, ahorrándose así el costo de  las aduanas de México y  Estados Unidos, y acelerando el proceso de doblaje. En doblaje en  la ciudad de México  es más lento,  necesitándose de  uno a  dos meses para doblar los 10  primeros capítulos de una serie  de TV (debido a que los  estudios están recargados de  trabajo).

De manera  que  la  dirección de  los  flujos  de  televisión provenientes de  Estados Unidos  hacia América  Latina  puede cambiar en el  futuro.(4) Aunque la  ciudad de  México es  la capital del doblaje al español,  en América Latina Sao  Paulo es también importante. Según  la ley brasileña, todo  doblaje al portugués debe ser realizado en Brasil. Además, muchas  de las exportaciones de  televisión brasileñas  son dobladas  al español  (u  otras  lenguas)  en  Sao  Paulo  antes  de   ser exportadas. Otras son dobladas del portugu‚s al español en la ciudad de México.

EL CASO DE "DALLAS"

Para una mejor comprensión de los flujos de televisión  entre los Estados Unidos y las naciones latinoamericanas, escogimos nueve programas de televisión que representan a las  naciones productoras más  importantes  y   que  han  sido   exhibidas ampliamente en América  Latina en los  últimos años.  Nuestra lista incluye Dallas y Los Investigadores de Estados  Unidos, Los Ricos también Lloran y Chespirito de México, O Ben  Amado y Esclava Isaura de Brasil,  Emilia de Venezuela, Rosa...  de Lejos de Argentina y Plaza S‚samo, co-producido por  Televisa de México como una adaptación  del Taller de Televisión  para Niños  Sesame  Street  de  Estados  Unidos.  Consideramos  el ejemplo de  Dallas,  una  serie que  alcanzó  los más  altos ratings en Estados Unidos y  que fue transmitida en las  seis naciones  latinoamericanas  de  nuestro  estudio.  Dallas  no siguió  el   flujo   usual   de   otros   programas   de   TV norteamericanos, ya que Televisa de  México no la compró,  en parte porque los funcionarios de Televisa consideraron que ya tenían suficientes telenovelas  producidas localmente en  las horas de  mayor  audiencia  y por  lo  tanto  no  necesitaban  Dallas. Sin embargo,  la serie fue  doblada en  la ciudad  de México; el distribuidor  (Mundovisión) decidió doblar  Dallas porque varias  redes de  TVmás  pequeñas en  América  Latina compraron la serie, México compró Dallas hace sólo dos  años.

Entonces fue transmitida en  un espacio en  el horario de  la noche (11:30  PM a  12:30 después  de media  noche) en  donde evidentemente alcanzaba bajos ratings.(5) Cuando Dallas fue introducida en Perú, la serie fue  colocada n horas de mayor sintonía y alcanzó altos ratings, hasta que un canal de  TV de la  competencia lanzó  un show de  comedia popular local a la misma  hora y prácticamente arrasó con  la importación norteamericana. En Brasil,  Dallas no tuvo  mucha promoción y fue transmitida solamente después que el gobierno brasileño censuró una  serie brasileña  que debía  ir en  ese espacio en  particular.  Cuando  Dallas  fue  introducida  en Argentina  en   1980  no   alcanzó   altos  ratings   y   fue descontinuada.

Por el contrario,  Los Ricos  también Lloran  de Televisa  de México,  obtuvo  los  ratings más  elevados  de  todos   los programas durante casi todas las semanas en la mayoría de las seis naciones estudiadas. La trama  esmás o menos la  típica de las  telenovelas latinoamericanas:  una pobre  pero  bella muchacha va a la ciudad  y es adoptada por una familia  rica, se  enamora  del  hijo  de  la  casa  y,  después  de  muchos problemas, se casa con él.  Esta telenovela tuvo mucho  éxito en México, donde alcanzó  un rating de  sintonía de 40.0;  en Perú alcanzó un rating  de 42.3, y  en Argentina de 22.7.  En Brasil, esta  novela  alcanzó un  promedio  de 16  puntos  de rating al ser transmitida por TVS-Salvio Santos, aún teniendo la fuerte competencia de una de las telenovelas de TV  Globo. Una vezmás vemos el patrón general mencionado anteriormente, según  el   cual   por  un   lado,   los  programas   de   TV latinoamericanos  importados  (sobre  todo  las  telenovelas) superan a las series de TV norteamericanas importadas, y  por otro,  ambos  son  superados  en  ratings  de  sintonía   por programas de  televisión de  producción nacional.  (Rogers  y Antola, 1983). 

¿COMO  FLUYEN LOS  PROGRAMAS DE  TV DESDE  AMERICA  LATINA HACIA ESTADOS UNIDOS?

El intenso  flujo de  programas de  televisión desde  Estados Unidos hacia  América Latina  no está  contrarrestado por  un flujo similar  en el  sentido inverso.  La Red  Internacional Hispana y  otras estaciones  de TV  de habla  hispana en  los Estados Unidos sólo  pueden transmitir a  los 22 millones  de hispano-hablantes que  representan  alrededor de  un  10  por ciento de la población norteamericana.

Por regla general, los que toman decisiones en el campo de la televisión en Estados Unidos no  compran programas de TV  que deban ser  doblados  al  ingl‚s, ya  que  sostienen  que  las audiencias  norteamericanas  no   los  ver n.  Sólo   algunos programas europeos excepcionales (sobre  todo de la BBC)  son transmitidos; jam s redes tales como  la ABC, NBC, o CBS  han comprado ningún programa  latinoamericano. Sin embargo,  esta situación  puede  estar  cambiando  debido  a  la   creciente capacidad del sistema de cable de TV para alcanzar audiencias cada vezmás extensas  (en la actualidad  alrededor de un  30 por ciento de  los hogares norteamericanos  tienen acceso  al cable). Actualmente los productores  de Televisión en Perú  y Venezuela  están creando  programas  en  sus  estudios   con directores   locales   y    actores   tanto   locales    como norteamericanos; la producción se hace  en ingl‚s y luego  se dobla al "ingl‚s norteamericano" ya que las voces  pertenecen a   actores    locales.    Estas   series    de    producción latinoamericana, telenovelas  en su  mayoría, ser n  vendidas posteriormente a los sistemas de cable norteamericanos.

Pero  en  la   actualidad,  a  excepción   de  la  SIN   (Red Internacional Hispana), existe muy poco flujo de series de TV latinoamericanas hacia los Estados  Unidos. La SIN tiene más afiliados que  la  NBC:  Cinco estaciones  operadas  por  los mismos propietarios,más 33 estaciones UHF de baja potencia y 168 estaciones  de habla  hispana a  medio tiempo  (Bagamery, 1982). La  SIN controla  un  77 por  ciento de  la  audiencia hispano-hablante en Estados Unidos,  Compra el 65 por  ciento de su programación a Televisa de México, en su mayoría  shows de variedades y telenovelas que se transmiten por el canal  2 de  Televisa  en  México.(6)  El  resto  de  la  programación consiste en noticias producidas  localmente en (USA) y  shows hablados  (30  por  ciento),  en  telenovelas,  películas   y musicales comprados a España (4  por ciento) y a  productores latinoamericanos como Argentina (10 por ciento), Puerto  Rico (6 por ciento) y Venezuela (menos del 1 por ciento).(7)

 ¿CUALES SON LAS DIRECCIONES DE  LOS FLUJOS DE TV DENTRO  DE AMERICA LATINA?

México,  Brasil,  Venezuela  y   Argentina  son  los   cuatro productores y exportadores más importantes  de programas  de TV; casi  la  totalidad  de  sus  importaciones  proviene  de Estados Unidos.  La  mayor parte  de  las otras  naciones  de América Latina  importan  programas de  televisión  de  otros países latinoamericanos y de Estados  Unidos. ¨Qu‚ es lo  que permite a  los cuatro  exportadores principales  mantener  su posición en América Latina?

El intenso flujo  de programas desde  Estados Unidos  hacia América Latina no está contrarrestado por un flujo  similar en el sentido inverso.

Existen una serie de condiciones estructurales que deben  ser cumplidas antes de que  un sistema de  televisión de un  país pueda convertirse en exportador de programas de televisión  a otras naciones 1 ) una  audiencia para las importaciones;  2) disponer de la tecnología receptora necesaria; 3) los  medios de  apoyo   para  los   flujos   de  TV,   y  4)   el   clima legal/reglamentario debe permitir  el flujo. Además,  también son  importantes   factores   catalíticos  tales   como   una conciencia  del  potencial  para  exportación  de  TV  y  una decisión para  hacerlo, más  los  recursos  necesarios  para exportar. Entre los últimos recursos, por ejemplo, están una infraestructura para producción de  televisión, y un  mercado interno lo  suficientemente  grande como  para  justificarlo. Debe también  disponerse  de accesorios  tales  como  equipo, cámaras, estudios,  editores,  etc., y  talentos  tales  como escritores, actores  y  directores. Cuando  se  introdujo  la televisión por primera vez,  países como México, Argentina  y Brasil,  que  contaban  con  una  industria  cinematográfica, tuvieron la ventaja  del talento y  el equipo.  Para que  una nación productora de TV se  convierta en exportadora, lo  que se produce en materia de TV debe tener calidad de exportación (una imagen clara y una buena actuación, lo cual muchas veces representa una inversión mucho  mayor que cuando el  programa de TV es producido sólo para la audiencia local). El tema del programa no debe ser demasiado local, porque la audiencia  de los países importadores no se identificar  con el programa  y no podr  entenderlo.  Por ejemplo,  en 1976  Brasil trató  de exportar El  Ben  Amado,  una  telenovela  que  había  tenido muchísimo éxito en Brasil pero  que no lo tuvo en la  mayoría de los Países latinoamericanos que  la importaron, ya que  el tema era  demasiado local.  Cinco años más tarde,  en  1981, Brasil  entró  en  el  mercado  hispano  nuevamente  con   la telenovela titulada. La  Esclava Isaura. El  tema, aunque  de origen brasileño, era común a otros países latinoamericanos y esta  producción  fue  bastante  exitosa.  En  la  actualidad Televisa de México tiene  dos telenovelas muy populares:  Los Ricos también Lloran, y El Derecho de Nacer. En general,  las telenovelas constituyen la exportaciónmás popular entre  las naciones latinoamericanas,  y  México  y  Brasil  dominan  la producción de las mismas (Rogers y Antola, 1983). El tema  de estas telenovelas  debe adecuarse  a las  necesidades de  sus vecinos importadores,  o  no  tendr n  ‚xito.  Desde  que  se introdujo  la  industria  de  transmisión  de  televisión  en América Latina, los flujos dentro de la misma han tenido  que enfrentar  diversos   obst culos:   censura   del   gobierno, opiniones y prejuicios de  aquellos que toman las  decisiones en televisión  de problemas  técnicos. Nordenstreng  y  Varis (1974) constataron que  Argentina producía 80  por ciento  de sus horas de  transmisión de televisión  e importaba sólo  20 por ciento.  Argentina tenía  un amplio  grupo de  actores  y artistas con talento gracias a su industria  cinematográfica, lo cual  estimuló la  producción de  TV local.  Aunque  tanto Argentina como  México eran  importantes productores  de  TV, sólo México era un gran exportador ¿Por qué? Porque Argentina tiene  un  sistema   de  televisión   diferente  al   sistema norteamericano y  al  del resto  de  América Latina.  Por  lo tanto, los programas de  televisión argentinos implicaban  un costo más elevado debido  a la transcodificación; hasta  hace poco este  proceso era  muy costoso.  Así, la  tecnología  de televisión de las naciones exportadoras e importadoras debe o deber  acoplarse.  Lo  mismo  se aplica  a  la  lengua,  gran desventaja para la exportación de programas de TV  brasileños a la  América Latina  hispano-hablante. Sin  embargo,  Brasil dobla actualmente muchos de sus programas de TV al español (y a otras lenguas) en Brasil.

Los datos aquí presentados  muestran que Argentina ha  bajado su programación de  televisión dom‚stica a  60 por ciento,  y ahora importa un 40 por ciento de sus horas de programas.  De la misma manera, Perú importaba un 60 por ciento de sus horas de programas de TV en 1972, y ahora importa un 70 por ciento. En ambas  naciones,  el  sistema de  televisión  pasó  a  ser controlado por el  gobierno y los  funcionarios del  gobierno dirigían los  canales  de  televisión. La  mayoría  de  estos funcionarios no  tenían experiencia  en televisión  y por  lo general sólo conservaban su posición durante un año o  menos. Tal discontinuidad  significó  una p‚rdida  de  contactos  de distribución en otros países. Como resultado, la  exportación de programas de TV  desde Argentina y  Perú ha disminuido  en los últimos años, y ambas naciones están importandomás horas de programas de  la programación total  de TV. Sus  gobiernos imponen límites a  los salarios de  actores de  TV, y  muchos actores de  talento  han  salido de  Argentina  y  Perú  para instalarse en México, Puerto Rico o Venezuela.

La censura  y las  regulaciones gubernamentales,  que  varían según el  país, también  afectan los  flujos de  importación/exportación  en  América  Latina.   Por  lo  general,   estas regulaciones  inhiben  las  importaciones  de  otros   países latinoamericanos   y  estimulan   las importaciones norteamericanas. Por  ejemplo, en  Chile sólo  se asigna  una hora diaria  por  canal  para la  presentación  de  programas extranjeros de México, Brasil  o Venezuela, mientras que  los programas norteamericanos no  tienen tantas limitaciones.  En Argentina, dos telenovelas mexicanas que eran transmitidas en horas de la  tarde fueron censuradas  y cambiadas a  espacios nocturnos después de las 10 PM. Las telenovelas venezolanas y puertorriqueñas  fueron  censuradas  y  ya  no  están siendo transmitidas. Aquí vemos cómo el ambiente legal/reglamentario afecta la importación  y exportación  de televisión.  Durante los últimos 10 años, se  han disipado ciertos obst culos  que antes bloqueaban los flujos de  TV dentro de América  Latina.

Los ejecutivos  de TV  de  Brasil y  Perú han  propuesto  una especie de  sistema cooperativo  de  trueque, según  el  cual cinco sistemas de televisión invertirían cada una $20.000  en la elaboración de  un programa de  una hora.  Cada una  haría cinco copias del programa  y enviaría una  a cada uno de  los otros cuatro países. En un  sistema de trueque como éste  los fondos  no  cambiarían  de  dueño.  Así,  la  dependencia  de importaciones de TV norteamericana podría verse reducida  aún más en América Latina.

La  censura  y  las  reglamentaciones  gubernamentales  que varían  según  el  país,  también  afectan  los  flujos  de importación/exportación en América Latina.

DISCUSION Y CONCLUSIONES

Con base en  nuestra investigación llegamos  a la  conclusión que las  direcciones  de  los flujos  de  televisión  en  las Américas están cambiando en relación a la década anterior.

- Las importaciones de Estados Unidos son aún importantes  en la televisión latinoamericana,  aunque en menor  grado que  a principios de los  años 70. Atraen,  en promedio, ratings  de sintoníamás bajos  que programas de  TV importados de  otras naciones latinoamericanas (como las  telenovelas), o que  los programas de producción nacional, especialmente.

- México sigue  siendo el principal  ujier en  los flujos  de programas desde  Estados Unidos  a América  Latina, así  como también en sentido inverso, debido a su posición geográfica y dada la concentración de estudios de doblaje en la ciudad  de México. Pero este  papel crucial de  México está empezando  a cambiar.

- Brasil  y  México  son  los más  grandes  exportadores  de programas de  televisión a  otras naciones  latinoamericanas, aunque  Argentina   y   Venezuela  han   ganado   importancia recientemente, y  Perú  y  Chile  se  están convirtiendo  en exportadores.

- México domina el flujo de programas de TV en español  hacia Estados Unidos  a través de  la SIN  (Spanish  International Network) que está controlada por el monopolio de TV mexicano, Televisa.

A otro nivel, independientemente  de los flujos de  programas de televisión,  la televisión  norteamericana tiene  aún  una gran influencia  sobre  América  Latina  debido  en  parte  a razones históricas.

La estructura de  la industria  de la  televisión en  América Latina guarda el estilo  norteamericano. En Brasil, TV  Globo comenzó a través de una asociación con la compañía Time-Life, y en Perú, NBC y  la CBS poseían originalmente 20 por  ciento de las acciones en los dos canales de televisión.

La transferencia inicial de equipos creó una demanda continua de más   tecnología   y  de   programas   de  TV   de   tipo norteamericano. Esta primera influencia norteamericana aún se refleja en la programación de la televisión  latinoamericana, en la administración y en  la comercialización. Hace unos  15 años las redes norteamericanas vendían sus acciones en Brasil y Perú a intereses nacionales, pero dejaban detr s un  patró de  valores   comerciales   y   profesionales   evidentemente norteamericano.   La   "latinización"   de   la    televisión latinoamericana   es   aún   vaga,   pero   las   telenovelas latinoamericanas están reemplazando  gradualmente las  series de  TV   norteamericanas   de  mayor   audiencia,   películas norteamericanas y programas de acción y aventuras.

El  modelo   de  transmisión   continúa  en   la   televisión latinoamericana significa que en una nación con tres  canales de TV y 15 horas de programación diarias, los funcionarios de televisión se enfrentan por lo menos con 100 horas de  tiempo de programa a llenar cada  semana o 16.000 horas anuales  por país. Así,  las  importaciones son  especialmente  atractivas para   las   estaciones   de   televisión   en   los   países latinoamericanosmás  pequeños.  Por  ejemplo,  el  costo  de producción por hora  para series de  telenovelas (uno de  los tipos de  producción  de  televisión menos  costosos)  es  de $3.000 a  $10.000  dólares  según el  país.  Para  llenar  un promedio de 100 horas por semana, una estación de  televisión necesitaría un presupuesto  de $16 a  52 millones de  dólares por año, solamente  por costos de  producción (y  este es  un cálculo bastante conservador).  Pocos sistemas de  televisión en América Latina  podrían afrontar  tal inversión  y por  lo tanto importan. Una vez  que han aceptado  la idea de  llenar cada día con programación de televisión, se ven comprometidos a la gran importación de programas extranjeros.

El precio de programas importados se establece con base en el número de receptores  de televisión  por país.  En Perú,  con 900.000 receptores de TV, el  precio de dólares por  capítulo es de 1.000 dólares (incluyendo el derecho a transmitir  cada capítulo dos veces). El costo de una hora de producción local en Perú (para los programasmás baratos) es de 3.000 a  5.000 dólares.

Ciertamente, es  necesario  realizar  una  investigación más profunda sobre la  naturaleza de los  flujos de programas  de televisión en  las  Américas.  Sugerimos que  se  tracen  los esbozos de  dicho estudio  futuro  tal como  se hizo  con  la presente investigación,  como "investigación  de proceso"  en vez de lamás  frecuente "investigación de variación"  (Mohr, 1982). Es  decir, un  investigador de  comunicación a  menudo desea conocer la secuencia  extra de eventos que  constituyen un proceso (aquí  tratamos de  comprender el  proceso de  los flujos de  TV desde  Estados Unidos  hacia América  Latina  y viceversa).   La    investigación    de    variación    busca principalmente analizar  las  co-variaciones  entre  un  gran número de  variables  que  se unen  en  un  punto  a  tiempo; nosotros hubi‚ramos podido  seguir tal diseño  tipo-variación si hubiéramos correlacionado variables independientes  -tales como tamaño y país, número  de receptores de TV, cantidad  de anuncios,  grado  de  control  del  gobierno,  etc.-  con  la variable dependiente  de  cantidad de  programas  importados.

Dado  el  estado  exploratorio  de  la  investigación  de  la comunicación sobre flujos de  TV en América Latina,  sentimos que un enfoque de investigación  de proceso eramás  adecuado en el presente estudio Nótese que la investigación de proceso no significa que uno deba basarse sólo en datos cualitativos. El  presente  estudio  ha  cumplido  con  sus  objetivos   si contribuye a futuros estudios sobre la identificación de  las variablesmás importantes en el  flujo de programas de TV  en América Latina, que puedan  ser ulteriormente incorporadas  a investigaciones  de  tipo  variación  para  probar  hipótesis específicas.

NOTAS

(1) Generalmente, obtuvimos ratings de audiencia de  varios programas de  TV  en  cada uno  de  los  países  estudiados gracias a funcionarios  de TV. Puede  que estos ratings  no sean   completamente    exactos   en    ciertas    naciones latinoamericanas;  sin  embargo,  son  utilizados  por  los funcionarios de TV  como base  para sus  decisiones y  para determinar las tasas de publicidad.

(2)   Estas  ventas  de  programas  de  TV  realizadas  por Televisa de México  a SIN en  Estados Unidos  representaron cerca de 2.500 horas en 1981; éste fue el mayor volumen  de ventas extranjeras para Televisa,  a excepción de la  venta de 3.400 horas de programas al Ecuador.

(3)  Los estudios de doblaje en la ciudad de México también actúan como una  especie de  censor de  los materiales  que doblan, al cortar contenidos de programas de TV que  tengan que  ver  con  raptos  (dos  episodios  de  Dallas   fueron eliminados porque trataban del intento de J.R. de raptar  a su hijo  de  su  madre), guerrillas,  y  ciertas  conductas sexuales.  Además,   algunas  palabras   en  inglés   están censuradas en  su traducción  al español;  por ejemplo,  la expresión "SOB"  en  inglés  ("hijo de...")  no  puede  ser traducida.

(4)   Además, el  doblaje al   español  de los    programas brasileños de TV se hace  en Brasil antes de exportarlos  a otras naciones latinoamericanas. A medida que Brasil se  va convirtiendo  en  un     país  exportador   cada  vez  más importante, también se convierte en un importante centro de doblaje al español,

(5)  De este modo vemos en qu‚ medida pueden ser  afectados los ratings de audiencia según la colocación de un programa en el horario de televisión.

(6)  Las compras de programas mexicanos de Televisa por  la SIN proporciona dólares que  Televisa utiliza para  comprar series  norteamericanas,  satélites,  equipos  de   edición computarizados y otras tecnologías.

(7)  Estos datos están basados en la muestra de una  semana de programación de  SIN en octubre de 1982.

REFERENCIAS CITADAS

1.   Anne  Bagamery (22  de  Noviembre de  1982),  "SIN,  The Original", Forbes.

2.  Elihu Katz  y George Wedell  (1977), Broadcasting in  the Third   World:   Promise   and   Perfomance,   Cambridge, Massachusetts, Prensa de la Universidad  de Harvard.

3.  Lawrence  B.  Mohr  (  1982),  Explaining  Organizational Behavior:  The  Limits and  Possibilities of  Theory  and Research, San Francisco, Jossey-Bass.

4.   Kaarle Nordenstreng  y  Tapio Varis  (1974),  Television Traffic:   A  One-Way  Street?,  Paris,  Informe  de   la UNESCO.

5.  Ithiel  de  Sola  Pool  (1980),  "The  New  Structure  of International  Communication:   The  Role  of  Research", trabajo  presentado en  la Asociación Internacional  para la Investigación de Medios de Comunicación. Caracas.

6.  Everett M. Rogers y Livia Antola (1983), 'Telenovelas  in Latin  America" trabajo  presentado en  la Asociación  de Comunicación Internacional, Dallas.

7.  Tapio Varis (1982), "Peace and Communication: An Approach to  Flow Studies",  Journal of Peace  Research, 19:  241- 250.

  

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2 La Red Satelital de Televisión Educativa EDUSAT. El papel de la investigación para su desarrollo efectuado en el año 1999, por la Dirección de Investigación y Contenidos Educativos (DICE) del Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE), organismo internacional con sede en México, D.F., para conocer por encargo de la Secretaría (Ministerio) de Educación Pública (SEP) de México, el impacto y alcance del Sistema Satelital EDUSAT con más de 16 canales televisivos dedicados a educación escolar en todos sus niveles de enseñanza (desde preescolar hasta posgrado), la formación continua, profesional y formación docente, así como la divulgación de la ciencia y tecnología, y difusión de la cultura y las artes, Ávila, P. (1999).
1

Al igual que en España, la programación educativa de la Televisión Española (TVE) inició su emisión de forma regular en junio de 1961, el uso educativo de la televisión se desarrolla entre los años 60 y 70 en casi todos los países del mundo bajo el impulso de la UNESCO, como organismo que instó e impulsó a sus estados miembros a aprovechar este medio de comunicación de masas para ofrecer igualdad de oportunidades en la educación para todas las personas. Se trataba asimismo de erradicar el analfabetismo, elevar la calidad de la formación y acceder a mejorar los niveles de conocimientos científicos, culturales y artísticos. Sevillano, M. (2000).

3

Desde los años 70 y en diversos países latinoamericanos, se desarrollan fundamentalmente experiencias que pretenden explorar la recepción televisiva y/o, al mismo tiempo, ver cómo afecta el consumo de televisión a la vida cotidiana de los telespectadores. Dos experiencias como las de Guillermo Orozco en México o de Valerio Fuenzalida y María Elena Hermosilla de CENECA en Chile, parten de procesos educativos integrales que fomentan la recepción activa de los telespectadores. Frente a los estudios convencionales, de carácter cuantitativo, se pretende la implicación del telespectador a través de la autoexploración de hábitos de consumo televisivo y la propuesta de diversas dinámicas de grupo muy relacionadas con el juego y la creatividad. El desarrollo de esta nueva metodología de investigación de audiencias llegó a promover la figura de los denominados educomunicadores, que son a la vez investigadores y dinamizadores de la recepción crítica y activa por parte de las audiencias. Véase: Orozco, G. (1996) y por otro lado veáse Fuenzalida, V. y Hermosilla, M. (1990), así como Fundación Honrad Adenauer, (1991).

4

La Televisión Educativa Iberoamericana. Evaluación de una experiencia. Martínez Sánchez, F. (1998). Este estudio revisó el funcionamiento e impacto del Programa de Cooperación de las Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y Gobierno creado en 1992 y enmarcado dentro de las acciones de su Asociación gestora, la ATEI (Asociación de Televisión Educativa Iberoamericana).

4

La Televisión Educativa Iberoamericana. Evaluación de una experiencia. Martínez Sánchez, F. (1998). Este estudio revisó el funcionamiento e impacto del Programa de Cooperación de las Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y Gobierno creado en 1992 y enmarcado dentro de las acciones de su Asociación gestora, la ATEI (Asociación de Televisión Educativa Iberoamericana).

5 Ibíd op. cit. 4.
6

¿Cuáles son las características, las peculiaridades de la televisión educativa? ¿Qué la hace tan diferente de otras modalidades de televisión? Habría que comenzar reconociendo que no existe una modalidad, un formato, o un género televisivo puro al que se le pueda colgar el rótulo de educativo salvo en la primitiva época de la televisión escolar. Sin embargo, está comprobado que ya sea una telenovela, un noticiero o un reality tan de moda durante los últimos años, pueden ser emitidos y usados con fines pedagógicos. Por eso quizá hay cierto tipo de televisión que por consenso suele llamarse cultural, educativa o escolar y sus características propias van más allá de estructuras o propuestas formales, ya que más bien se expresan en las audiencias a quien se dirigen. Informe Aproximaciones a la Televisión Educativa. Equipo de asesores pedagógicos de televisión educativa del Ministerio de Educación Nacional de Colombia. Bogotá, 2004.

7 Ibíd. op. cit. 8
8

No hay que olvidar que, desde su nacimiento, casi todas las experiencias de la televisión educativa que se han desarrollado en el mundo, han sido iniciativas públicas o sociales, a cargo de presupuestos gubernamentales y bajo la orientación y estructura institucional de los propios estados nacionales.

9

Cada uno de estos países, viviendo diferentes desarrollos y aplicaciones en la producción y utilización de la TV educativa, ha logrado un cierto desarrollo de sobra conocido en el campo de la cultura y la divulgación del conocimiento científico o artístico, dentro de la llamada educación informal. Pero también existe en estos países ejemplos muy relevantes de la utilización de la televisión como base de materiales didácticos o intruccionales que sirven tanto para el apoyo fundamental de la enseñanza formal, como sobre todo en la no formal y dentro de los distintos sistemas de educación abierta y a distancia. Es el caso de Telescola en Brasil, o la Telesencundaria y el Telebachillerato en México, donde se atiende a más de 700,000 alumnos al año en las distintas zonas rurales y urbanas más marginadas del país.

10

Se habla, más allá de los pasados conceptos teóricos de las industrias y mercancías culturales como objetos simbólicos y de producción o consumo masificado, de nuevos servicios agregados para la comercialización plena de las industrias de la información, pero sobre todo como los valiosos y estratégicos productos que serán necesarios para la actual y futura expansión de las industrias del conocimiento, pilares esenciales de los nuevos recursos económicos y formas sociales de la civilización posindustrial del siglo XXI.

11

Los géneros no responden a delimitaciones temáticas, o a contenidos específicos, sino conciernen a una forma de tratamiento de aquello que será materia de comunicación. Cebrián M. (2000).

12

Por ejemplo, en España, durante el año 2006, la inversión total de los anunciantes en medios publicitarios fue de 14.000 millones de Euros, de los que casi la mitad corresponden a la televisión, que registró un crecimiento del 7.8% respecto al año anterior. Es más, durante los últimos 15 años las horas de ocupación publicitaria en televisión se han multiplicado por diez. Sin embargo, también expertos en mercadotecnia manifiestan que la eficacia ha disminuido al menos un 40% durante ese mismo periodo. Periódico El País. Suplemento Negocios. 8 de abril de 2007.

13

… En la década de los sesenta se pasó al análisis de los usos y gratificaciones… Ya no se trataba de saber “qué hacen los medios con la audiencia”, sino que “que hace la audiencia con los medios”… La investigación televisiva había ampliado su campo de estudios hacia la recepción activa… donde los receptores identifican sus necesidades y eligen aquello que les satisface. Cebrián M. (1998).

14

Díaz Nosty, Bernardo. Repensar la comunicación. La huella es el mensaje. Medios de comunicación. El año de la televisión. Tendencias’06. Ed. Fundación Telefónica, Madrid, 2006.

15

Los francófonos tienden a hablar de audiencias como sinónimo de escucha… Para los anglosajones, es sinónimo de público… Y para el filósofo Gustavo Bueno es la “retina social”, ese órgano de la visión formado, tejido por millones de receptores distintos pero solidarios y copartícipes, que se agregan e interaccionan mutuamente… Pérez, J. (2002).

16

Ciertos medios de comunicación tienen más facilidad que otros para conocer el impacto, acceso o consumo de sus contenidos. Por ejemplo, en la prensa escrita se conoce más o menos el número aproximado de lectores a través del número de ejemplares impresos y vendidos. En Internet, por el número de ordenadores conectados en la red. En el cine por el número exacto de espectadores en taquilla. La televisión y la radio emplearon en sus inicios las cartas enviadas o las llamadas telefónicas de los espectadores y oyentes para hacerse una idea de la audiencia que cosechaban aunque estos métodos nunca fueron considerados como fiables por no representar a la audiencia total y porque sus conclusiones no podían, por tanto, extrapolarse.

17

A partir de la segmentación de muestras representativas del universo de las audiencias potenciales que permiten estudiar la eficacia publicitaria, entre otros, hoy en día han surgido nuevos sistemas de análisis que tienen en cuenta de un modo sistematizado decenas de valores y actitudes motivacionales con clara influencia en las decisiones del consumo de productos y servicios, y no solamente a partir de las tradicionales características sociodemográficas basadas en criterios de edad, sexo, clase social, etc.

18

TNS Sofres es una empresa de origen francés dedicada a la investigación de mercados y opinión en España. Entre los servicios que ofrece se encuentran el panel de audiencias en medios y, en especial, de televisión, los paneles de consumidores o un amplio abanico de soluciones para realizar investigación a la medida de los clientes en áreas como la marca, la imagen publicitaria, la innovación o la gestión del consumo entre otras. TNS es además uno de los principales investigadores de la opinión pública a través de su división TNS Demoscopia.

19

Las televisiones públicas –la 2 de TVE y particularmente los segundos canales autonómicos– son el lugar preferente de ubicación de las emisiones educativas de la televisión, y con alrededor en 2006 de 1,000 horas anuales, pero muy por debajo de las 7,000 de informativos y cerca de 4,500 de magazines y series extranjeras respectivamente. De hecho, la 2 de TVE acumula aproximadamente un tercio de la oferta de televisión educativa de España, aportando entre 300 y 400 horas anuales. Ibíd. op. cit. 19

20 Ibid op.cit. 2
Livia Antola

LIVIA ANTOLA realiza actualmente estudios de Maestría en el Instituto  de  Investigación  de  la  Comunicación  de   la Universidad de Stanford, donde el Dr. Rogers es Profesor.

Los autores desean expresar su reconocimiento al Centro  de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Stanford por la  ayuda   financiera  y   a   los  funcionarios   de   TV entrevistados para este trabajo

Everett M. Rogers Everett RogersNorteamericano, doctorado  en 1957  en Iowa, es uno de las más prestigiosas e influyentes  figuras estadounidenses en investigación de la comunicación.  Desde 1975 es académico del Institute for Communication  Research de la Universidad de Stanford  California. Antes lo fue  en las Universidades de  los estados de  Iowa Ohio y  Michigan (10 años). Presidente  de la   International  Communication Association (ICA) durante  1980-81, y  acreedor a  variadas menciones honoríficas. Autor prolífico, cuenta en su  haber casi una  veintena de  libros  y centenares  de  artículos, varios en coautoría.  Vinculado a América  Latina, ha  sido maestro formador  de una  cantidad de  comunicadores de  la región.